El día en el orfanato comienza temprano, hay mucho por hacer y por aprender. Por eso, tras un buen desayuno, niños y jóvenes se ponen en marcha para asistir a la escuela. Pero la cosa no queda ahí, luego vienen las horas de estudio ¡nuestros chicos y chicas son muy aplicados! ¿Quieres conocer en detalle cómo es un día cualquiera en el orfanato de Rwese? ¡Te lo contamos!
Rwese, lugar en el que se halla nuestro orfanato, es una pequeña comunidad rural situada en Kivu-Norte en la República Democrática del Congo (RDC). Estas y las zonas colindantes siguen siendo muy castigadas por las guerras y la expoliación de recursos naturales, lo que se traduce en pobreza y grandes desigualdades. Precisamente por eso las redes de apoyo como la labor que llevamos a cabo en Contad Conmigo son tan necesarias.
Un día cualquiera en el orfanato
La formación profesional de los jóvenes es una inversión a largo plazo. Por eso nuestra organización pone en marcha las medidas oportunas que les permiten adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para que puedan tener un futuro mejor. Y es que la educación es la opción que sí garantiza la equidad y la justicia social.
Niños y jóvenes se levantan a las 05:30 horas, menudo madrugón ¿verdad? Menos mal que el desayuno de papilla a base de cereales y un poco de pan les da la energía que necesitan para afrontar el largo día que tienen por delante.
A las 6.30 salen los alumnos que se desplazan andando a los institutos de las localidades de Kiondo, Luotu y Lukanga para poder llegar a tiempo a las clases que empiezan a las 7.30 y que duran hasta las 14. En ese momento regresan al orfanato a comer tras otra hora de camino a pie.
Los más pequeños se quedan en el orfanato pues dan las clases allí mismo, no sin antes dedicar la esa primera hora a hacer tareas domésticas.
Llega la hora de comer y de estudiar
Con el estómago lleno, los alumnos dedican dos horas al estudio, de 16 a 18, donde cuentan con el apoyo de un preceptor, pues es importante lograr que los resultados académicos sean los mejores posibles.
De 18 a 19 tienen tiempo libre, luego cenan y de 20 a 22 más estudios solo en el caso de que tengan examen o algún trabajo que terminar. Pueden hacer uso de la biblioteca del orfanato, la cual se nutre de las donaciones de nuestros socios. ¡Llega la hora del merecido descanso! Todos nuestros niños se acuestan como tarde a las 22 pues al día siguiente, incluido el sábado, viene otra jornada escolar. El domingo es el día de descanso y de acudir a la iglesia.
El tiempo que están los niños en la escuela es el que aprovechamos los responsables del orfanato para llevar a cabo las tareas de limpieza y organización. Las mamas se ocupan de preparar la comida ¡los pequeños siempre vuelven hambrientos! No es de extrañar… Por eso queremos evitar a toda costa que nuestros niños tengan esa desagradable sensación de hambre y por ello, al menos de momento, nos vemos obligados a apostar más por la cantidad de comida que por la calidad.
¿Cómo se financia el proyecto de la escuela?
Así es el día a día en este humilde centro perdido en las colinas del Este de la RDC. Todos los huérfanos reciben tres comidas al día, estudian, se asean y juegan gracias a nuestra organización y el apoyo de los socios que desinteresadamente hacen aportaciones económicas para que la vida aquí sea posible.
Y es que has de saber que para poder garantizar económicamente la formación y hacerla sostenible en el tiempo, se ha creado la beca de Formación Profesional, con un importe de 150€/niño por cada curso escolar. ¿Tú también quiere colaborar con nosotros?