Rwese es una pequeña comunidad rural en el Kivu-Norte, a 40 km al sureste de la ciudad de Butembo en República Democrática del Congo. Se encuentra a 2.191 metros de altitud, dentro del Parque Nacional de Virunga. El clima es ecuatorial con abundantes lluvias y bajas temperaturas durante la noche.
La RDC y en concreto el Kivu-Norte, es una zona castigada por las guerras, la expoliación de recursos naturales y la explotación de la población. La inestabilidad política y la frágil democracia propician las desigualdades sociales y la pobreza. Los indicadores de salud también son débiles.
La situación política en la zona genera tensiones que propician la actuación de los grupos armados (Mai-Mai) en el este del país, perpetuando la vulnerabilidad de la población. Además, la violencia contra las mujeres, en forma de violaciones utilizadas como arma de guerra, hacen de este territorio uno de los peores lugares del mundo para nacer mujer.
En este escenario, los y las huérfanas son especialmente vulnerables. Sin familia que los arrope y sufriendo malnutrición, analfabetismo, violencia, prostitución… no hay porvenir.
Las redes de apoyo, vehiculadas por orfanatos como el nuestro, son de vital importancia para garantizarles una calidad de vida y oportunidades de futuro.
Para nuestra organización la formación profesional de nuestros jóvenes es una inversión a largo plazo. Les permite adquirir conocimientos y potencia sus capacidades y habilidades. Además, vehicula una retroalimentación y un empoderamiento en su propia comunidad, liderando así la construcción de una nueva realidad, siendo parte activa de su desarrollo en el futuro.
En Contad Conmigo defendemos que la educación es la única opción que garantiza la equidad y la justicia social. La mayoría de nuestros jóvenes, comienzan la adolescencia y los acompañamos y ayudamos a recorrer este camino tan incierto y emocionante a la vez.
Para poder garantizar económicamente esta formación y hacerla sostenible en el tiempo, hemos creado la beca de Formación Profesional, con un importe de 150€/niño por cada curso escolar. Cada itinerario se compone de cuatro cursos lectivos.
También los acompañamos en la etapa de su inserción laboral, tanto al finalizar los estudios, como para aquellos que decidan no realizarlos.
Complementariamente, desarrollamos una biblioteca en el orfanato, la cual se nutre de las donaciones de nuestros socios y pretende ser un punto de consulta para todas las personas de la comunidad.
La salud, juntamente con la educación, es un pilar fundamental para nosotros. Para mantener su calidad de vida, todas nuestras actividades tienen un carácter holístico, en colaboración constante con las instituciones locales. Así pues, planteamos varios proyectos (algunos puntuales y otros con continuidad en el tiempo):
La agricultura en la RDC es básica. La mayoría de la población tiene un huerto en el que una parte se usa para la manutención de la familia. La otra parte produce para la venta en los mercados.
Nuestro orfanato también se sumó a esta tradición. Con este proyecto se cubren parte de las necesidades alimenticias del orfanato y, en caso de excedente, se vende en el mercado local, obteniendo un ingreso que permite que el proyecto sea autosuficiente.
En la línea de trabajo colaborativo y transnacional surgen dos proyectos ganaderos a propuesta del staff del orfanato:
Ambas nacen con dos objetivos principales:
La RDC y en concreto el Kivu-Norte, es una zona castigada por las guerras, la expoliación de recursos naturales y la explotación de la población. La inestabilidad política y la frágil democracia no ha sido capaz de disminuir las desigualdades sociales ni la pobreza y, tampoco, mejorar los indicadores de salud. Las elecciones del 30 de diciembre de 2018 obtuvieron unos resultados electorales polémicos y sin consenso de la población al respecto, lo que sigue generando tensiones políticas que propician la actuación de los grupos armados (Mai-Mai) en el este del país perpetuando la vulnerabilidad de la población. Además, la violencia contra las mujeres, en forma de violaciones utilizadas como arma de guerra, hacen de este territorio uno de los peores lugres del mundo para nacer mujer.
En el plano sanitario, en agosto de 2018 la OMS declaró un brote de Ébola que se calificó como la segunda epidemia más importante de este virus hasta el momento.
El contexto pandémico por el SARS-CoV2 no ha excluido al Kivu, con varias olas epidémicas, ya que el país no dispone de los recursos y las vacunas contra la COVID no llegan, dejando a la población, una vez más, desprotegida.
Ante este escenario, los/as niños/as huérfanos/as son especialmente sensibles, ya que sin una familia que les dé abrigo, la malnutrición, el analfabetismo, la violencia, la prostitución, etc. se hacen dominadoras de su porvenir. Las redes de apoyo, vehiculadas por orfanatos como el nuestro, son de vital importancia para garantizar a estos niños y niñas una calidad de vida y oportunidades de futuro.
En el orfanato de Rwese viven 14 niños y 13 niñas.
Para mantener su calidad de vida nuestras actividades tienen un carácter holístico, en colaboración con las instituciones locales. Así pues, planteamos varios proyectos, algunos puntuales y otros con continuidad en el tiempo. Enumeramos algunos de ellos:
Formación Profesional | Alumnos |
Pedagogía | Zawa Eugenie Oripa |
Construcción | Edson Anicete James Jiresse |
Nutrición | Francine Rebecca Maombi |
Agronomía | Moïse Angela |
Costura | Milka |
Veterinaria | Miriamu |
Literatura | Serevete |
Mecánica | Héritier |
¿De dónde salió este proyecto?
En la primera gran cosecha que se obtuvo del proyecto de agricultura, decidimos, desde el equipo de España, agradecer al equipo en la RDC el trabajo llevado a cabo. Para ello autorizamos la compra de una cabra, pensando en poder disfrutar de una buena comida.
Pero desde el orfanato nos pidieron permiso para no sacrificar y comerse la cabra, si no quedársela para hacerla criar. Cosa que nos pareció estupendo, naciendo así, el proyecto de ganadería.
Se decidió conjuntamente la compra de ovejas (por su embarazo más corto), procedentes de Uganda (una raza más resistente). Para ello algunos/as de vosotros/as nos ayudasteis a adquirirlas y bautizamos a nuestras ovejas con los nombres que elegisteis: Lobita, Liara, Lucera, Ana Maria, Bernard.
Posteriormente compramos una oveja macho, con el fin de proceder a la inseminación y cría.
También construimos un pequeño establo en la parte posterior del orfanato.
Actualmente contamos con diez ovejas hembra adultas, dos ovejas macho y 5 crías.
¿Qué objetivo tiene este proyecto?
La cría de ovejas tiene, para Contad Conmigo, dos objetivos principales. Por un lado, la posibilidad de tener acceso a una fuente de proteína animal a bajo coste, mejorando la calidad nutricional de la dieta del orfanato. Y por otro lado, poder realizar la venta de algunos animales, obteniendo así un ingreso económico con el que autosostener el proyecto y, esperamos, conseguir una entrada extra de ingresos.